POEMA DE LA CUARTA NOCHE DE PASCUA

 

- Introducción -

"No menospreciéis las profecías."
(1 Tesalonicenses, 5: 20).

"... No hagáis daño á la tierra, ni al mar, ni á los árboles, hasta que señalemos á los siervos de nuestro Dios en sus frentes..."
(Apocalipsis, 7: 2-4)

El "Poema de las Cuatro Noches de Pascua", es un "Targum" a Éxodo 12:42, en forma de "Poesía Litúrgica", en la cual se cantan las revelaciones de Dios al Pueblo de Israel, desde el principio de los tiempos hasta el final de los tiempos.

En la primera noche de Pascua, "Dios se reveló para la creación del Mundo".

En la segunda noche de Pascua, Dios se reveló para el establecimiento "del Pacto con Abraham".

En la tercera noche de Pascua, Dios se reveló para la Liberación del Pueblo de Israel, de la esclavitud del pecado, en Egipto.

En la cuarta y última noche de Pascua, "Dios se revelará cuando el Mundo llegue a su fin para ser redimido", y vengan enviados por el Hijo de Dios (nuestro Señor Jesús El Cristo), el Verbo de Dios junto con el Profeta Elías y con el Profeta Moisés.

El objetivo de este estudio es el de ayudar a entender, a la luz de las Profecías y de otras Escrituras, que las Profecías se han cumplido y continúan cumpliéndose, y que estamos "en el final de los tiempos", y en la proximidad de la llegada del Hijo del Hombre que vendrá sobre las Nubes del Cielo; anhelando que cada uno de nosotros nos dediquemos, sin pérdida de tiempo, a luchar por la salvación de nuestras almas, (sin descuidar deberes ni obligaciones, pues en todo debe de haber equilibrio), y ayudar, asimismo, a que otras almas tampoco se pierdan, sin sentirnos en ningún momento superiores a ninguno de nuestros semejantes y sabiéndonos siempre sombras pecadoras.

Quienes se han dado cuenta, por el cumplimiento de las Profecías y por los acontecimientos en la Naturaleza y en la Humanidad, de que efectivamente, estamos viviendo en el final de los tiempos, también habrán de entender la proximidad del cumplimiento de las Palabras de nuestro Señor Jesús El Cristo, que dicen:

"... porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo." (San Mateo, 24:21-22).

Si bien es cierto que hemos de luchar por formar parte "de los escogidos", ser o llegar a ser uno "de los escogidos", corresponde decirlo a Dios, y no a nosotros de sí mismos.

Teniendo en cuenta que el día y la hora nadie lo sabe sino nuestro Padre que está en los Cielos, son las Palabras de nuestro Señor Jesús El Cristo y de las cuales es necesario que hagamos Conciencia; y sin pérdida de tiempo, luchemos a cada instante, muriendo a nuestros defectos psicológicos, y perseverando hasta el fin, para la salvación de nuestras almas.

Estamos en los días que anteceden a la "gran tribulación", cuyos "días serán acortados"... a los que se refirió nuestro Señor Jesús El Cristo. Y por medio del Ángel que tiene el Sello del Dios Vivo, Habló, "Diciendo: No hagáis daño á la tierra, ni al mar, ni á los árboles, hasta que señalemos á los siervos de nuestro Dios en sus frentes." (Apocalipsis 7:3).

¡¡¡AÚN HAY ESPERANZAS Y POSIBILIDADES!!!

Mas las horas y los días pasan, y si dejamos que pasen, podría ya no haberlas...

Espectadores que somos del cumplimiento de las Profecías, y de los acontecimientos con la Humanidad en todo el Planeta, hemos de proceder con serenidad en el cumplimiento de los deberes y de las obligaciones; mas, estando a cada instante en Vigilia y en Oración para no entrar ni caer en tentación: esta es la Base de Los Tres Factores, y la Tabla de Salvación donde quiera que estemos o nos encontremos.

En la medida en que por medio de nuestra Conciencia se nos ha permitido entender lo que escribimos en estos estudios, sentimos, asimismo, el deber y la necesidad de transmitirlos a toda la Pobre Humanidad Doliente. Lo cual no quiere decir, que nos sintamos superiores a nuestro prójimo, a nuestros semejantes, pues, somos solamente un imperfecto instrumento y un servidor en la Obra del Padre, y sin dejar de sabernos y de reconocernos siempre, que somos sombras pecadoras.

No obstante decirlo claramente en estos estudios, hemos de entender y de ver los acontecimientos, con serenidad, mas sin ignorar la realidad de los hechos, y procediendo con la actitud lógica y práctica que hemos de tener, ante los mismos: continuar en el cumplimiento de los deberes y de las obligaciones en el hogar, en el estudio, en el trabajo, etc., (sin necesidad de dejar la ciudad o el país en donde estemos viviendo), mas en medio de los mismos, estar en todo momento en "el recuerdo de la Íntima Divinidad", y en Vigilia y en Oración para no entrar ni caer en tentación. Sin olvidar que la llegada del Hijo del Hombre sobre las Nubes del Cielo, puede acontecer a cualquier hora.

La salvación del alma es una posibilidad para toda la Humanidad, "sin acepción de personas". Mas todos sabemos que Dios nos exige cumplir Sus Mandamientos que tienen su fundamento en la disolución o eliminación de nuestros defectos psicológicos, que es la base de la práctica de "Los Tres Factores".

Brevemente daremos una explicación del origen y significado del "Targum", cuya forma plural es "Targumim".

En el Exilio en Babilonia, el pueblo de Israel olvidó la lengua Hebrea y aprendió el Arameo.

Para poder estudiar los libros de la Toráh, fue necesario, entonces, que los "targumistas", (que entendían el Hebreo y el Arameo y eran asiduos estudiosos de la Toráh), tradujeran e interpretaran en Arameo, para el pueblo de Israel, los textos de la Toráh Hebrea.

Estas traducciones e interpretaciones de la Toráh eran verbales. Más tarde, hacia finales del siglo I de nuestra era Cristiana, y en adelante, comenzaron a ser puestas por escrito.

A estas traducciones con sus correspondientes interpretaciones se les dio el nombre de "Targum" ("Targumim" en plural; en español "Targumes).

Cada libro de la Toráh tiene su propio Targum. Por ejemplo: Targum del Génesis, Targum del Éxodo, etc. Los Targumes son textos valiosos porque aportan explicaciones del libro de la Toráh que se estaba traduciendo e interpretando.

En este estudio, de varios capítulos, nos referimos al Targum del "Poema de las Cuatro Noches de Pascua", particularmente a "La Cuarta Noche de Pascua".

Los subtítulos de cada capítulo, incluyendo el presente son los siguientes: Introducción. La Señal del Cordero y el Signo Tau. Hercólubus y Los Tiempos del Fin. La Gran Tribulación. Poema de la Cuarta Noche de Pascua. Jesús El Cristo: Sacerdote Rey y Profeta. El Cristo Íntimo, Interior. Samael Aun Weor y Su Obra. El Mesías Pacífico y el Mesías Guerrero. Melkizedek: el Mesías Celeste. Elías y Moisés. El Intérprete de la Ley. El Maestro de Justicia. El Profeta Elías, el Maestro de Moisés.

La comprensión de acuerdo a nuestro nivel de Conciencia de lo que escribimos en estos estudios, se la debemos a las enseñanzas de nuestro Venerable y Amado Maestro Samael Aun Weor y a nuestro Venerable y Amado Maestro Rabolú, y de las cuales damos aquí testimonios fieles y verdaderos.

Amamos a todos los Seres, a toda la Humanidad.
Cada Ser Humano es también la Humanidad.

"¡Que todos los Seres sean Felices!"
"¡Que todos los Seres sean Dichosos!"
"¡Que todos los Seres sean en Paz!"

De todo Corazón,
Para toda la Pobre Humanidad Doliente,
Luis Bernardo Palacio Acosta
Bodhisattwa del V.M. Thoth-Moisés

Índex -
Guía Práctica del Estudiante Gnóstico
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