BEETHOVEN
ORPHEUS Y EURÍDICE

 

ORFEO Y EURÍDICE
DE
LUIS VAN BEETHOVEN
EN SU CONCIERTO N° 4 PARA PIANO Y ORQUESTA EN (G) SOL MAYOR, OPUS 58 (1805-1806), Y OTROS ESTUDIOS.

 


"EL RETORNO DE ULISES"

"… El arte de Beethoven procede de su espiritual Ser… No hay duda de que Beethoven ha tocado cuerdas en la mente humana [y en el corazón] que ninguno antes de él tocó -que emplea los medios a su alcance con un poder y que por él- la contienda de pasiones y la lucha por la libertad individual son más poderosamente expresadas y sin vacilar, que por cualquiera de sus predecesores…" ("Life of Mozart," Vol, I., Otto Jahn [1813-1869], arqueólogo Alemán e investigador de la música. Uno de los antiguos biógrafos de Beethoven.)

 

La Odisea de Ulises (del Poeta Griego Homero, - siglo VIII anterior a nuestra era Cristiana- "Gran Iniciado", y cuya "ceguera" fue solo un "velo" que significa que era un "Gran Clarividente"), fue uno de los libros preferidos de Luis van Beethoven, quien estuvo pensando en componer una Ópera titulada "El Retorno de Ulises"… Obra que no alcanzó a realizar…

El 21 de Abril de 1812, Luis van Beethoven le escribió una carta a un poeta amigo suyo, Karl Theodor Körner, y a quien le había encargado que le escribiera los textos de una Ópera con el título "El Retorno de Ulises".

De acuerdo al Dr. Ludwig Nohl (1831-1885, músico, escritor, erudito Alemán, y biógrafo de Beethoven:

"… esta carta fue hallada en el bolsillo de la camisa de Körner después de su muerte en batalla el 26 de Agosto de 1813. El joven poeta escribió a su padre el 10 de Febrero de 1813: 'Yo me he aproximado a escribir Ulysses Wiederkeher [El Retorno de Ulises] para Beethoven…"

"[According to Nohl. This letter was found by Dr. Friedrich Förster of Berlin, after Körner's death, on August 26, 1813, in his breast pocket. The most brilliant period for Körner was at Vienna, 1811-1812, when everybody, especially one of the directors of the Vienna Court Theatre, Prince Lobkowitz, expected that Körner would write the much-desired libretto for the composer Beethoven. So Lobkowitz announced a libretto competition in the year 1812, which, however, did not bring about the hoped-for result. Beethoven remained afterwards as before, without a satisfactory libretto. There is, perhaps, a tone of resignation in Beethoven's letter to Körner. The latter had specially begun an opera, The Return of Ulysses, as he knew Beethoven's special preference for Homer's Odyssey. The plan of the Ulysses text, which has been preserved in the Körner Museum at Dresden, was published for the first time in Adolph Stern's great edition of the works of Theodor Körner. For further details concerning Körner's intercourse with Beethoven, see my article in the Hamburger Signale, 1891.] (BEETHOVEN'S LETTERS A CRITICAL EDITION WITH EXPLANATORY NOTES BY DR. A. C. KALISCHER. VOL. I.").

En su Libro de la "Odisea", tenía Beethoven subrayadas las siguientes palabras:

"Nada es mejor o más deseable en la Tierra que un Hombre y una Mujer unidos en tierno amor, pacíficamente ordenando su hogar."

Arrepentida en su vejez, por haber sido uno de los instrumentos que se le opusieron a Luis van Beethoven de poderse casar con su Eternamente Amada Josephine von Brunswick, y poder estar ambos "unidos en tierno amor [Zärtliche Liebe...], pacíficamente ordenando su hogar", su hermana Therese von Brunswick, aunque ya muy tarde… escribió en su Diario:

"¡Beethoven! -¿Por qué mi hermana Josephine no se casó con él cuando enviudó de Deym? Habría sido más feliz que con S[tackelberg]…" (Diario de Therese Brunswick, 4 de Febrero 1846). "… los dos juntos … habrían sido felices…" (Diario de Therese Brunswick, 1846). "Beethoven -¡él, que estaba íntimamente compenetrado con ella!-, [con Josephine] el amigo de la casa y del corazón de Josephine… Habían nacido el uno para el otro y vivirían los dos si se hubieran unido." (Diario de Therese Brunswick, Marzo1847).

En su "Diario" en 1860, Therese von Brunswick escribió que las cartas a la "Amada Inmortal" escritas por Luis van Beethoven los días 6 y 7 de Julio de 1812:

"... deben de haber sido dirigidas a Josefina a quien él [Beethoven] amó apasionadamente..."

El 26 de Julio de 1809, en una carta que Beethoven escribió "a Breitkopf and Härtel, Leipzig" (editor de la primera firma de ediciones musicales en Leipzig), dice:

"Mi Apreciado Señor, Usted está en verdad equivocado suponiendo de que yo estoy muy bien. Porque entretanto, nosotros hemos estado sufriendo miseria en la más reconcentrada forma. Permítame decirle que desde el 4 de Mayo he producido pequeñas cantidades de trabajos coherentes, cuando mucho un fragmento aquí y allá. El completo curso de los eventos me ha afectado mi cuerpo y mi alma; […] Pronto recibirá usted [para que sea editada], la canción "ich denke dein" ["Yo pienso en ti", que Beethoven dedicó a Josephine y a Therese (especialmente a Josephine, en su corazón), cuando las conoció, en el mes de Mayo de 1799], que debió de haber sido incluida en el infortunado Prometheus…" […] "su más devoto servidor y amigo BEETHOVEN".

En la penúltima de las 15 Cartas que Luis van Beethoven le escribió a su Eternamente Amada, a su Amada Inmortal Josephine von Brunswick, desde Viena, en el año 1807, al despedirse en su Carta, Beethoven le dice:

"Adiós Amada
la amo tanto, como usted no me ama."
"Su fiel LBethn" "Para la Señora Condesa de Deym".

Palabras de doloroso reclamo en la correspondencia a su amor, de Luis van Beethoven a su Eternamente Amada Josephine von Brunswick, con la esperanza de que fuera así como lo dice idealmente en su hermosa Canción o Lied "Zärtliche Liebe" ("Tierno Amor"), WoO 123, (que evoca el "tierno amor" de la frase de Ulises en la Odisea citada más arriba), compuesta por Beethoven a la edad de 25 años en 1795, y publicada después en 1803...,

Los primeros versos del Lied "Tierno Amor", WoO 123: "Ich liebe dich, so wie du mich,": "Te amo como tú a mí", dicen lo mismo, en otras palabras: "Te amo tanto, como tú me amas":

"Zärtliche Liebe":
"Tierno Amor" WoO 123,
Canción en sol mayor: 1795, (Publicada en1803...) Texto: Karl Friedrich Herrosee
Música de Ludwig van Beethoven:

Te amo, como tú a mí,
En la noche y en la mañana,
Aún no hubo día, en el que tú y yo
No compartiéramos nuestras preocupaciones.

Así fueron ellas para ti y para mí
Compartidas fáciles de llevar;
Tú me consuelas en la aflicción,
Yo lloro en tus lamentaciones.

Por eso sobre ti la Bendición de Dios,
Tú, Alegría de mi Vida.
Dios te proteja, te sostenga para mí,
Proteja y sostenga a los dos.

(Traducción directa del texto en Alemán realizada gentilmente por nuestros apreciados Amigos y Hermanos Manuel Coello Arias y su Sra. Esposa María Antonia Manzanares Manzanares.)


En la última de las 15 cartas que Luis van Beethoven le escribió a su Eternamente Bien Amada Josephine von Brunswick, escrita en el Otoño de 1809, consta que Beethoven ya sabía que su "destierro", lejos de ella, fue causado también

"por iniciativa de otros"…

En otras palabras, "por iniciativa de" su familia: su madre y sus hermanas Therese y Charlotte.

 

PRELUDIO DE AMOR

En el mes de Mayo del año 1799, Josephine von Brunswick y Luis van Beethoven se conocieron en Viena, y comenzaron a amarse mutuamente en el secreto de sus corazones…

Josephine tomaba clases de piano, de Luis, interpretándolo excelentemente.

Antes de conocerlo personalmente, la joven y bella condesa Josephine von Brunswick (nacida el 28 de Marzo de 1779 en Preßburg, ahora Bratislava en Eslovakia, entonces parte del reino de Hungría), comenzó a amarlo secretamente en su corazón…

Y comenzó a amarlo mucho más aún, a partir del momento en que lo vio por primera vez…

"De oídas te había oído, mas ahora mis ojos te ven y mi corazón te siente":

"Mi alma ya estaba entusiasmada por usted inclusive antes de conocerlo personalmente - lo cual fue aumentado a través de su ternura. Un sentimiento profundo en mi alma, incapaz de expresión, me hizo amarlo a usted. Aún antes de conocerlo, su Música me hizo entusiasmarme por usted. La bondad de su carácter, su ternura, lo acrecentaron". (Carta de Josephine a Beethoven, Invierno, 1806-7).

Y Beethoven, inevitablemente, quedó prendado de Josephine también:

"Oh, amada J[osephine],… cuando la conocí a Usted por primera vez - yo estaba con la firme resolución de no permitir que una sola chispa de amor se encendiera en mí. Pero usted me ha conquistado a mí…" (Carta de Ludwig van Beethoven "A la Condesa Josephine Deym", Vienna, Primavera, 1805.)

Menos de 3 semanas fue el corto intervalo de tiempo durante el cual, Beethoven, en el año de 1799, estuvo visitando, como se los había prometido, todos los días, a Josephine y a Therese en el hotel "El Grifo de oro", en Viena, en donde se habían hospedado con su madre…

Cuando llegaron a la casa en donde vivía en aquel entonces Beethoven, le solicitaron ser aceptadas como sus alumnas de piano, y Beethoven, las aceptó con alegría, enseñándoles gratuitamente, visitándolas diariamente en el hotel en donde estaban hospedadas, hasta su partida a los 18 días después...

En sus "Memorias", Therese von Brunswick, nos transmite, con sus palabras, el relato del encuentro con Beethoven:

"Nuestra madre nos llevó desde nuestro cuarto de niños [Josephine estaba por sus veinte años, y Therese un poco mayor] a Viena. Estuvimos allí dieciocho días y tres horas, y en ese tiempo todo fue decidido. Desde ese tiempo en adelante los más amargos días y las más trágicas experiencias fueron nuestra suerte."

"Durante la estadía extraordinaria de 18 días en Viena, mi madre deseó que sus dos hijas, Teresa y Josefina, recibieran de Beethoven instrucción invaluable en música. Adalberto Rosti, un compañero de clase de mi hermano [Franz Brunswick], nos aseguró que Beethoven no sería persuadido a aceptar una invitación simple, pero si Su Excelencia estaba dispuesta a subir los tres tramos de sinuosas escaleras de la casa en la Plaza de San Pedro, y hacerle una visita, él se hacía responsable por el éxito de la misión. Ya estaba hecho." (Memorias de Therese Brunswick).

"Yo entré [escribe Therese Brunswick en sus Memorias], con mi sonata de Beethoven, con acompañamiento de violín y cello, debajo de mi brazo, como una colegiala va a su lección. El querido inmortal Ludwig van Beethoven fue muy amable, y tan cortés como él pudo ser. Después de unos pocos comentarios de ambas partes, él me colocó ante su piano..., y comencé enseguida; yo toqué valientemente, y canté el acompañamiento para "cello y violín". Él quedó tan encantado que prometió venir cada día a nuestro hotel, el Grifo de oro. Esto fue en Mayo del último año del último siglo [Mayo 1799]. Él cumplió su palabra; pero en lugar de permanecer durante una hora después del mediodía se quedaba cuatro y cinco; y nunca se cansaba de doblar y desdoblar mis dedos, que yo tenía el hábito de mantener rígidos e inflexibles cuando los levantaba. El noble ser debió de haber quedado bastante satisfecho conmigo, porque él no nos faltó durante dieciséis días. Eran las cinco de la tarde, antes de darnos cuenta de que teníamos hambre. Nuestra buena madre ayunaba con nosotros, pero la gente del hotel estaba muy enojada."

"Fue entonces que surgió entre Beethoven y nosotros la íntima amistad, la amistad del corazón, que perduró hasta el fin de sus días. Él vino a nosotros en Ofen, en Martonvasar; él fue recibido dentro de nuestra república social de personas distinguidas. En el parque había un espacio circular plantado con magníficos tilos, a cada uno de los cuales había dado el nombre de un miembro de nuestra sociedad, de modo que, aunque estábamos tristemente separados de estos, nosotros podíamos estar en comunión con sus símbolos y ellos con nosotros. Muy a menudo en la mañana después de nuestros "¡Buenos días!", yo preguntaba al árbol esto y aquello que yo deseaba conocer; y nunca se negó a responder!…"

"Durante los dieciocho días en Viena no tuvimos un momento de ocio. Nuestra madre nos llevó a los estudios y a los notables edificios; vimos todo lo que teníamos que ver. Tía Finta, una dama de la moda con cuatro hijas, arregló nuestros paseos - del Prater, el Augarten, el Luscigarten en Dornbach; y en todas partes lo disfrutamos. Fuimos al teatro. Por las noches danzábamos; y en nuestro camino de regreso al hotel, entre las diez y las once, tomábamos helados en el Graben, y reíamos y bromeábamos. A las cuatro de la mañana nos levantábamos y nos vestíamos, para correr por los campos a las cinco… ¡Ah! ¡Qué vida! ¡Y Beethoven, que estaba en cada una de las fiestas, debió de haber estado muy contento con todo ello! ¡Eso fue una pasión! ¡Luego en la noche teníamos que practicar [el piano]! Los vecinos huyeron con horror. Éramos jóvenes, con frescura, infantiles, simples. Quien nos veía nos amaba. Admiradores no faltaban…"

En este mismo mes de Mayo de 1799, Luis van Beethoven compuso el "Lied con variaciones para Piano, para cuatro manos", en "D major", "WoO 74", llamado también "Ich Denke Dein" (Yo Pienso en Ti)…

"LIED WITH VARIATIONS FOR PIANO, FOUR HANDS, ON THE POEM "ICH DENKE DEIN" This was Beethoven's first composition on Goethe lyrics. Beethoven wrote four of the variations in the album of Josephine and Therese von Brunswick in May, 1799. He added two more before they were published by the Comptoir d'Art et d'Industrie in Vienna in 1805. (Society of Friends of Music, Vienna)"

Ich denke dein

"LIED [CANCIÓN] CON VARIACIONES PARA PIANO, CUATRO MANOS, SOBRE EL POEMA "ICH DENKE DEIN". Esta fue la primera composición de Beethoven sobre la lírica de Goethe. Beethoven escribió cuatro de las variaciones en el álbum de Josephine y Therese von Brunswick en Mayo, 1799. Él [Beethoven] agregó dos más antes de que fueran publicadas por el Comptoir d'Art et d'Industrie in Vienna en 1805..." [Cuando Josephine ya había enviudado]...

"… Las variaciones en D no fueron publicadas hasta el comienzo de 1805 [cuando la Condesa Josephine Deym ya había enviudado], y fueron descritas como habiendo sido escritas… para las dos condesas mencionadas, y dedicadas a ellas." ("The Life of Ludwig van Beethoven", By Alexander Wheelock Thayer, Volume I)

El 23 de Mayo de 1799 (antes de la partida de las hermanas Josephine y Therese) y dedicándolo en su corazón a la bella y joven Condesa Josephine von Brunswick, Luis van Beethoven escribió:

"Para el álbum de las condesas Therese y Josephine von Brunsvik de las Variaciones para piano a cuatro manos sobre un poema de Goethe: 'Ich denke dein'."

"No deseo más que esto; que tocando y cantando esta pequeña ofrenda musical os acordéis de vez en cuando de vuestro muy devoto Ludwig van Beethoven"

"Cuatro años más tarde él [Beethoven] agregó dos variaciones más; y la tercera hermana, Charlotte, escribió a Josephine en Septiembre 9, 1803":

"A propósito de la Música, [¿] ya sabes que Beethoven compuso dos variaciones más en nuestro Stammbuch [álbum];...[?]"

"En la versión publicada, estas variaciones posteriores llegaron a ser la tercera y la cuarta."

"Nähe des Geliebten", "La cercanía del ser amado" es un poema de Johann Wolfgang von Goethe, escrito en 1795 y publicado por primera vez en 1796... En él se describe en cuatro estrofas el intenso amor de un hombre a una mujer joven..."

Dedicado a las dos hermanas Brunswick, pero con el nombre de... "Josephine"... primero:

"Seis Variaciones para Piano Cuatro Manos", Ich denke dein (Yo pienso en ti) WoO 74, sobre un poema de Goethe, Música de Luis van Beethoven, 1799:

Yo pienso en ti, cuando veo el resplandor del sol fulgurando desde el mar.
Yo pienso en ti, cuando la trémula luz de la luna se refleja en el agua de los manantiales.

En aquel mismo año, el 29 de Junio de 1799, Josephine von Brunswick fue obligada, por su madre, a casarse con el conde Deym, al cual, nunca amó:

"¡Ay!, unas pocas semanas después [de haberse conocido Beethoven y Josephine], una de ellas, la más joven y la más bella, Josephine, fue casada, a despecho de sus lágrimas, a un hombre… a quien ella no amó, bajo la presión de una imperiosa madre… quien fue indiferente a los deseos de sus hijas." (Romain Rolland, "Beethoven, The Creator").

La madre de Josephine ambicionaba que el casamiento de su hija con el conde Deym sería "conveniente" (materialmente), no solamente para ella, sino para toda la familia:

"Tú, querida Josephine [le decía su madre], puedes hacerme feliz a mí y a tus hermanas"...

Luis van Beethoven, que solía escribir muchas cartas a diferentes y muy variadas personas, en aquel año de 1799, y a partir de los finales del mes de Junio de 1799 en que su Eternamente Amada Josephine Brunswick se casó, sin amarlo, obligada por su madre, con el conde Deym, escribió menos de diez lacónicas cartas... En una de ellas, la primera después del matrimonio de Josephine, le escribe a uno de sus amigos, desde Viena, en el Verano de 1799, y le dice, entre otras palabras:

"A Karl Amenda"
"[VIENA, c. Verano, 1799]"

"Hoy he recibido una invitación a Modling en el país. La he aceptado y me voy allí esta misma tarde por unos días. Esta invitación ha sido de lo más bienvenida para mí, puesto que mi corazón, que fue magullado ya, estaría sufriendo aún más. Aunque la tormenta principal se ha consumido, todavía no estoy seguro de cómo resultará mi plan de resistencia... [...] BTHVN"

Como se desprende de las palabras de Luis van Beethoven en la anterior carta, la primera (conocida hasta ahora) que escribió a partir del mes de Mayo de 1799, y después del reciente matrimonio en Junio 1799, de Josephine Brunswick con el conde Deym, su corazón quedó muy dolorosamente golpeado durante aquella tormenta, y no estaba seguro todavía de poder resistir el dolor por la lejanía de su Bien Eternamente Amada Josephine Brunswick...

Luis van Beethoven no abandonó a Josephine, pues fue siempre:

"un fiel visitante [escribe diciendo Therese] a la casa de la joven condesa - él le dio a ella lecciones gratis..."

El 28 de Octubre del año 1800, Josephine le escribe a su hermana Therese, y le dice:

"Beethoven es encantador. Él ha prometido que vendrá cada tercer día para darme una lección si yo soy diligente. Y realmente lo soy... Las sonatas de Beethoven todavía no están listas; tan pronto como yo las tenga, te las enviaré. Ya he aprendido las primeras dos, de las tres, con violín."

El 10 de Noviembre de 1800, Josephine le escribe nuevamente a su hermana Therese:

"Hemos tenido música en honor de la archiduquesa. Yo tuve que tocar, y al mismo tiempo, yo era responsable de todos los arreglos y, sobre todo, la preocupación de que todo estuviera bien. Nuestras salas estaban tan hermosas que a ti te hubieran encantado. Todas las puertas se abrieron y todo se iluminó. ¡Te aseguro que era una espléndida vista! Beethoven tocaba la sonata con violoncelo, yo toqué la última de las tres sonatas [Op. 12, No. 3], con el acompañamiento de Schuppanzigh, que tocó divinamente como todos los demás. Luego Beethoven como un verdadero ángel nos permitió escuchar sus nuevos cuartetos aún no publicados [Cuartetos para Cuerda números 1 al 6, Opus 18, Compuestos por Beethoven entre 1798 y 1800, y publicados en 1801], que son los más excelentes de su clase. El famoso Kraft se comprometió con la parte del violoncelo, Schuppanzigh con el primer violín. ¡Imagina todo lo deleitoso que fue! La archiduquesa estaba encantada y todo salió maravillosamente."

Cuatro años después del casamiento de Josephine Brunswick con el conde Deym:

"… al final de 1803 el esposo Deym desapareció de la escena, una neumonía, contraída en un viaje a Praga, se lo llevó en pocos días, dejando a su joven esposa con cuatro hijos. Sus asuntos financieros estaban en desorden, y ella nada pudo hacer por ellos. A partir de esta fecha la salud de Josephine se resquebrajó, sufriendo de fiebres nerviosas de las cuales nunca se pudo librar." (Romain Rolland, "Beethoven, The Creator").

El Noble y Fiel, el Humano y Divino a la vez Luis van Beethoven, el verdadero Amigo de Josephine, de su corazón, de su familia, no la abandonó nunca:

"Josephine, que estaba enferma, tuvo que alquilar una casa de campo en Hietzing; y Therese, que estaba con ella, escribió en Junio 1804: "Nosotras hemos visitado a Beethoven, que se ve muy bien; él ha prometido venir a vernos. Él no piensa viajar este verano; y tal vez él estará en Hiitteldorf, así que estaremos cerca uno del otro." (Romain Rolland, "Beethoven, The Creator").

Luis van Beethoven el verdadero dueño del corazón de Josephine, su Eternamente Amada, continuó luchando por el rescate de su Eurídice:

"… En el verano de 1804 él [Beethoven] es vecino de Pepi [Josephine] en el país, y él la ve a ella frecuentemente. Pero es durante el invierno que su asiduidad llega a ser tan ardiente que inquietó a las hermanas de Pepi; y ellas se ocuparon a sí mismas con el problema, no de cómo poner fin a ello, porque cada uno en la familia Brunswick lo amaba a él, sino de cómo tenerlos dentro de los límites." (Romain Rolland, "Beethoven, The Creator").

"… es fácil seguir esta romántica historia por lo que significan las cartas de Charlotte a Therese y a Franz en Noviembre-Diciembre 1804: "Beethoven es extraordinariamente amable; él viene cada dos días, y está durante horas con Pepi…" Pepi es la primera en estar enterada de sus más secretos pensamientos [de Beethoven], la primera a quien él interpreta varios magníficos números de la ópera [Leonore] que él está escribiendo; y no es un asunto de indiferencia para nosotros aprender que esta femenina imagen fue asociada con la primera inspiración de Leonore… El 24 de Diciembre, Charlotte escribe a Franz: "Beethoven está aquí casi todos los días: él da lecciones a Pipschen [Josephine] -¡tú me entiendes, corazón! Y al principio de Enero de 1805, de nuevo: "Él viene casi cada día, y es infinitamente amable. Él ha escrito una canción para Pepi". Pero Pepi insiste en que nadie más la verá: ¡es un secreto! El 20 de Enero Therese ya no puede ocultar más su aprehensión: "… Pero dime, [le escribe a Charlotte] ¿qué está sucediendo con Pepi y Beethoven? ¡Que tenga cuidado!… Yo supuse que es con referencia a ella que tú me has subrayado estas palabras en la nota que me enviaste: (*¡Su corazón debe de tener la fuerza para decir No!…") … no obstante, Josephine, en una fecha posterior, dirá tristemente a Therese que "muy raramente es permitido a una cierta clase elegir a un consorte, después que lo ha elegido el propio corazón…" "… Más tarde, no obstante, Therese se reprocha a sí misma por haber ayudado a separarlos [a Beethoven y a Josephine]. En su Diario inédito, que … Dr Marianne de Czeke, que fue demasiado buena conmigo para permitirme verlo, ella dio voces cuarenta años más tarde a una conmovedora expresión de dolor que suena a arrepentimiento. Mucho tiempo después de haber muerto Josephine y Beethoven, en Marzo de 1847, ella escribe: "Beethoven… él quien fue muy igual a ella en espíritu!… El amigo de Josephine en la casa y en el corazón! Ellos nacieron el uno para el otro, y… "Si ellos estuvieran viviendo todavía, ellos estarían unidos." Pero, en la opinión de Mile, de Czeke, y ciertas lingüísticas autoridades a quienes he consultado, el estilo general de Therese y el idioma Vienés del día,… nos autoriza a leer: "Si ellos hubieran estado unidos, ellos estarían viviendo ahora!" Las hermanas [Therese y Charlotte] tuvieron su parte en la responsabilidad por la decisión de Josephine…" (Romain Rolland, "Beethoven, The Creator

 

"EL NUEVO CAMINO"
A PARTIR DE 1802

"Yo estoy solamente un poco satisfecho con mis trabajos anteriores, desde hoy en adelante tomaré un nuevo camino…",

... que comenzó en 1802, con la Sonata Opus 31, las Variaciones para Piano Opus 34 y 35, y la Segunda Sinfonía Opus 35.

"Hablando generalmente, los trabajos de este período de tres años (1803-1806) quedaron siendo sus favoritos hasta cerca de su muerte; a él, ellos le recordaron iluminaciones y tempestades cuyo aliento y cuyos relámpagos todavía se perciben hoy. Entre estos privilegiados trabajos Leonora ocupó una especial posición." (Romain Rolland, "Beethoven The Creator").

La primera de las 15 cartas que Luis van Beethoven le escribió a Josephine von Brunswick, (entre los años 1804-1809), fue escrita posiblemente en el mes de "Noviembre 1804"; una carta escrita en términos de amistad, (así como también las dos cartas siguientes enviadas en el mismo año 1804) y con la cual Beethoven le envía, primeramente a Josephine, "algo nuevo":

"Yo mismo no sabía ayer que debía ser capaz de satisfacer su deseo por algo nuevo; la segunda sonata en este trabajo que le estoy enviando aquí mismo, es nueva. En Viena, todavía nadie la tiene."

Esta bellísima Sonata es la "Sonata No 18 Es-Dur (en Mi Bemol Mayor) Op. 31 No. 3", cuyos cuatro movimientos son: 1. Allegro. 2. Scherzo. Allegretto vivace. 3. Menuetto. Moderato e grazioso. 4. Presto con fuoco., "publicada en Mayo-Junio 1804 por Hans Georg Nägeli en Zürich en su Suite du Répertoire des Clavecinistes."

De los trabajos de Beethoven del "Nuevo Camino" realizados en el año 1802, Josephine, al leerlos con júbilo, le escribe a su hermana Therese, y le dice:

"Estos trabajos anulan todo lo que él ha escrito hasta ahora" (346). Podemos entender a Beethoven siendo más y más atraído por esta mujer que lo entendió a él también, esta buena, hermosa, inteligente y artística criatura, llena de gracia y donaire, cuyo encanto ha conquistado a Viena. Su atractivo poder fue completamente irresistible por causa de su inocencia; pues de acuerdo a algunos admiradores apasionados, "¡Ella no tiene ni la menor idea de ello! (347)". [Es decir, es tan inocente, candorosa y pudorosa, que ni se da cuenta de todas estas bellas virtudes que posee]. ("Romain Rolland, Beethoven The Creator".)

Este "algo nuevo", esta sonata "nueva", compuesta por Beethoven en 1802, pero solamente publicada en 1804, es el comienzo del "nuevo camino", o la "segunda forma", período de cambios, y del cual dijo Beethoven:

"No estoy contento de las obras que he escrito hasta ahora; a partir de este momento, voy a emprender un nuevo camino…"

"Nuevo camino" que emprende con Josephine, a quien le envía y le hace conocer la "nueva sonata" Op. 31 No 3, la que "En viena, todavía nadie la" tenía… solamente Josephine…

En una carta que Charlotte Brunswick, (la hermana menor de Theresa y Josephina), le escribe a Theresa, le dice que Beethoven:

"Ha compuesto un Aria para Pepi [Josephine], que ella te está enviando; pero te ruego que no se la enseñes a nadie y que aunque la cantes ante alguien no digas que tienes el manuscrito. Estoy segura de que ha de gustarte." (André de Hevesy, "Vida Íntima de Beethoven").

Fue solamente a partir de la Cuarta, de las 15 Cartas, escrita hacia la primavera de 1805, que Luis van Beethoven le escribe a Josephine con palabras de Amor sublimemente Appassionato...

En una de las 15 cartas escrita desde Viena, en la Primavera del año 1805, Luis van Beethoven le escribe a su Bien Amada Josephine, y le dice:

"Como dije, el asunto con L[ichnowsky], mi amada J[osephine], no es tan malo como le fue hecho ver a usted --- Por casualidad, L[ichnowsky] había visto la canción "An die Hoffnung" por ahí, en mi casa, aunque yo no me había dado cuenta. Y él tampoco dijo nada acerca de eso. Pero de este hecho, él dedujo que seguramente yo debo tener algún sentimiento de afecto por usted…"

Es evidente que el Lied "A la Esperanza" ("An die Hoffnung") contenía una dedicación con "sentimiento de afecto" (de Amor) de Beethoven por Josephine.

"… The autograph of this setting, which no doubt has a dedication to Josephine Deym, has disappeared. The song was published without a dedication […] in September, 1805…" ("The Letters of Beethoven", Emily Anderson, Volume I.)

["… El autógrafo de esta composición, la que sin duda tenía una dedicación a Josephine Deym, ha desaparecido. La canción fue publicada sin una dedicación […] en Septiembre, 1805…"].

Hay que hacer énfasis en que, Charlotte Brunswick, en su carta escrita a su hermana Therese Brunswick, dice que el "lied" lo "compuso" Beethoven "para Pepi"… Y en la carta que Josephine Brunswick le escribe a su madre, escribe que fue "un agradable regalo" de Beethoven y "una primorosa canción"… Es decir, que fue de completo agrado de Josephine…

¿Cuál es el nombre de esta canción o Lied?

"… le Lied que Beethoven avait composé pour Pépi, et qu'elle ne voulait montrer a personne, est publié sans aucune dédicace: c'est "An die Hoffnung" (a l'Espérance!), op. 32, sur un poème tiré de l'Urania de Tiedge…" (Ludwig van Beethoven, Jean et Brigitte Massin. "Biographie", 1805).

Queda claro que el Lied que Beethoven compuso para Pepi (Josephine), es el Lied o Canción "A la Esperanza" ("An die Hoffnung"), op. 32...

Entre los meses de Enero y Marzo de 1805, Luis van Beethoven había ya compuesto su primera versión musical del Lied o Canción a la Esperanza "An die Hoffnung", Opus 32, obsequiada (y dedicada en el secreto de su corazón…) a Josephine, como consta en una carta que Josephine le escribió a su madre el 24 de Marzo, 1805, en donde le dice:

"El buen Beethoven me hizo un agradable regalo, una primorosa canción que él escribió siguiendo un texto tomado de Urania "An die Hoffnung". ["A la Esperanza"].

"… An die Hoffnung, Op. 32; textos de Tiedge… Esta canción A la Esperanza fue escrita por Beethoven a Josephine von Brunswick (Condesa Deym), a quien él amó y por quien él se sintió amado… En aquellos días Josephine fue la única confidente de sus creaciones musicales. Él interpretó para ella las escenas de la obertura de Leonora…" (Romain Rolland, "Beethoven, The Creator".)

He aquí los bellos, emotivos y elocuentes textos de esta "primorosa canción":

"A la Esperanza" (Opus 32):

"Tú, que en las tormentosas noches,
dulce y calladamente
confortas al alma atormentada,
¡oh, esperanza!
consuela al que sufre
y haz que un ángel recoja sus lágrimas."

"Cuando las voces amadas callan,
cuando bajo la enramada
el recuerdo se pierde;
entonces, acércate al que sufre,
al que tembloroso
se cobija junto a las urnas enterradas."

"Y si su mirada,
cuando se apaga la última luz de su vida,
se alza contra el destino,
permite que contemple el final de su existencia
¡reflejado en una nube
iluminada por el cercano sol!"
("An die Hoffnung" -"A la Esperanza"- Op. 32,
Música de Ludwig van Beethoven.
Texto de Christoph August Tiedge).

La canción "An die Hoffnung" ("A la Esperanza"), Opus 32, fue dedicada y obsequiada por Beethoven a Josephine von Brunswick, en 1805, como vimos antes, después de haber enviudado Josephine de su primer marido el conde Deym. Y, aproximadamente una década después (1813-1815), Luis van Beethoven vuelve a componerla ("An die Hoffnung", Opus 94)…, (cuando ya Josephine von Brunswick se había separado definitivamente de su segundo marido el barón Stackelberg…), con la adición de una nueva estrofa al principio, uno de cuyos versos dice:

"¡El hombre no debe perder la esperanza!"…,

... versos que evocan inevitablemente las cartas a la "Amada Inmortal" que Beethoven escribió en el mes de Julio de 1812, descubiertas solamente después de su muerte.

Poco tiempo después, Luis van Beethoven le envía y le obsequia a Josephine von Brunswick el "Andante Favori", ("Andante Favorito"), como consta en una de estas 15 Cartas, con fecha probable de Abril/Mayo 1805, diciéndole:

" ... querida J.[osephine] ... aquí su – su – Andante – y la Sonata ... – Mañana por la noche voy a su casa, ... – adiós ángel de mi corazón.

En la primavera de este mismo año 1805, en una de las 15 Cartas que Luis van Beethoven le escribe a su Bien Amada Josephine von Brunswick, después de confesarle que por causa de "un suceso" (acaecido en años anteriores), estuvo dudando intensamente y durante largo tiempo de poder encontrar la felicidad en este mundo, aquí en la tierra, mas que por haberse ganado el amor de su corazón, su creatividad se incrementará, le promete solemnemente a su bien amada Josephine que pronto estarán en pie la dignidad de ambos: de Beethoven y Josephine:

"... Un suceso me hizo dudar durante mucho tiempo de la felicidad de la vida aquí en este mundo – ahora no es ni la mitad de grave, he ganado su corazón, oh! lo sé con certeza, le he dado gran valor, mi actividad aumentará de nuevo, y – aquí le prometo a usted solemnemente, en poco tiempo estará aquí en pie mi dignidad y la suya – oh! déle usted algún valor, para fundar – para aumentar – mi felicidad a través de su amor, oh! amada J.[osephine],..."

Luis van Beethoven cumplió la promesa hecha en su carta escrita en la primavera de 1805 a Josephine von Brunswick: con la composición de su única Ópera Leonore (1804-5/1806, y más tarde en 1814...); la Sonata para Piano en F menor, Opus 57, llamada la "Appassionata" (1804-1805); el Concierto N. 4 para Piano y Orquesta en Sol mayor, Opus 58 (1805-1806, ["... estrenado por Beethoven como solista en un concierto privado dado en marzo de 1807 en el palacio de su [patrocinador], el príncipe Lobkowitz. Sin embargo, el estreno público no fue hasta el 22 de diciembre de 1808 en el Theater an der Wien de Viena de nuevo con Beethoven al piano..."]); la Cuarta Sinfonía, Opus 60 (1806); el Concierto para Violín y Orquesta en Re Mayor Opus 61 (1806), publicado en 1808, [... "el único concierto del compositor para este instrumento..." "... existe además una adaptación para piano y orquesta compuesta por el mismo Beethoven, denominada Op. 61a..."]; y los Tres Cuartetos para Cuerdas Nos. 7, 8 y 9, Opus 59 (1806, publicados en 1808), llamados "Rasumowsky"; creatividad abundante que continuó en los años siguientes, en el periodo entre 1804-1809, que fueron los años de las 15 Cartas de Amor que Luis van Beethoven le escribió a su Bien Amada Josephine von Brunswick, y que comenzó a reducirse, cayendo Beethoven en una gran depresión, "durante Enero y Febrero, 1810, alrededor del tiempo del matrimonio de Josephine" con su segundo marido, que resultó ser "el peor de los maridos"…

"De acuerdo a una tradición sostenida por Liszt y otros el andante con moto [del Cuarto Concierto para Piano y Orquesta en Sol Mayor, Opus 58] es asociado con Orpheus amansando a las furias; ..."

"Un comentario en el Allgemeine Musikalische Zeitung de mayo de 1809 dice que '[este] es el más admirable, singular, artístico y complejo concierto que Beethoven haya escrito'… ".

"Franz Liszt caracterizó el segundo movimiento como un diálogo entre el piano (Orfeo) y las Furias representadas por las cuerdas al unísono. Su quieto final en Mi menor se enlaza sin pausa con los acordes de Do mayor que comienzan el finale."

F. Reichard, discípulo del gran maestro Gluck el compositor de la ópera "Orfeo y Eurídice", hablando del "Adagio" del Concierto para piano en Sol mayor, Opus 58, dado por Beethoven en el año de 1808, dijo que es

"una obra maestra de una canción desarrollada hermosamente, que él [Beethoven] bellamente canta en su instrumento, con un sentimiento de profunda melancolía que parecía penetrarme a mí también."

Este fue el último Concierto para Piano que Luis van Beethoven interpretó...

La semejanza entre el segundo movimiento del Cuarto Concierto para piano en Sol mayor, Opus 58,

"y la escena de la ópera Orfeo y Eurídice de Gluck en la que Orfeo calma las furias con su canción, para que le permitan entrar en el Hades (y traer de regreso a su amada Eurídice al mundo) ha sido muy comentada, notablemente por Liszt…"

El "Andante con moto" del "Cuarto Concierto para Piano y Orquesta en Sol Mayor, Opus 58" de Luis van Beethoven, tiene varios puntos que evocan la Escena del descenso de Orfeo al Hades, enfrentándose contra las furias del Infierno y domándolas con su Canto y con el sonido mágico de su Lira.

En 1785, la ópera Orfeo y Eurídice de Gluck fue presentada en el "Court Theater" en Bonn, Alemania, la ciudad natal de Beethoven, cuando tenía 14 años de edad. Obviamente que esta presentación de Orfeo, dejó inquietudes profundas en el genio musical de Beethoven.

Romain Rolland en su libro "Beethoven, The Creator", se refiere a analogías entre el Segundo Acto de Orfeo y Eurídice de Gluck, y el comienzo de la Patética de Luis van Beethoven, en los siguientes términos:

"… los dramáticos elementos teatrales en la Pathética son innegables; y la evidencia para ellos es respaldada por ciertas analogías de estilo y de expresión no solamente con los pocos trabajos de él, tales como el Prometheus de 1801, (154) que fueron escritos para el escenario, sino con su gran modelo trágico de Gluck, el aria y dueto en el segundo acto de quien Orfeo nos hace recordar inequívocamente de los furibundos comienzos del primer allegro de La Pathética." (Romain Rolland, Beethoven The Creator).

"La Sonate Pathétique, opus 13, de 1798-99 ha gozado de gran popularidad en parte a causa de su título romántico pero ello no disminuye su verdadera importancia. Hasta aquí es de todas las sonatas para piano de Beethoven la que exhibe energía más dinámica, la primera sonata que utiliza una introducción lenta y dramática, y la primera cuyos movimientos aparecen clara e inequívocamente vinculados mediante el empleo del material temático afín y las reminiscencias conscientes. A su modo ardiente y juvenil abre paso a las «Sonatas fantasía» de los años siguientes."

"(Insuficiente atención ha sido dada a la influencia de Gluck en el joven Beethoven. Por mi parte no tengo dudas en lo que respecta a la construcción sinfónica en la que el compositor de Orfeo no tiene mucha habilidad, pero en cuanto a la expresión dramática, energía de acento, concisión de expresión musical, amplitud y claridad de diseño, también como la monumental homofonía, la poderosa acumulación de pasión y una especie de colosal escultura… Gluck fue uno de los cinco músicos cuyos retratos él tuvo, o quiso tener en su cuarto…") "… Beethoven fue un admirable intérprete en el piano de las partituras de Gluck…" (Romain Rolland, Beethoven The Creator).

En los Carnets Íntimos (Manuscrito Fischhoff), Beethoven escribió en 1815:

"¡Ocupad un lugar en mi alcoba, retratos de Haendel, de Bach, de Gluck, de Mozart, de Hayden! Podéis ayudarme a aceptar mis sufrimientos." (Ludwig van Beethoven "Carnets Intimes", 1815 (42), páginas 31 y 32).

En el verano de 1808, Josephine comenzó a caer en las redes del barón Stackelberg, y fue casada con él en febrero 1810… Durante todo el tiempo de su matrimonio con él, su vida fue solamente una cadena de peores y mayores sufrimientos...

Luis van Beethoven quedó en su corazón destrozado…

Hacia finales de 1810, compuso el Cuarteto para Cuerda No 11 en Fa menor, Opus 95, (publicado en 1816), llamado también "Cuarteto Serioso", "que expresa rebelión, melancolía, y sueños de reminiscencia…", e "introspección", con "poderosas tensiones dramáticas".

En el final llamado "Allegretto agitato" hay un paralelo con la Obertura Egmont (1810) Op. 84, con

"tensiones dramáticas que no son resueltas, pero que son olvidadas y aparentemente trascendidas en una brillante y regocijante conclusión."

Eurídice-Josephine, la Eternamente Amada de Orpheus-Beethoven, fue picada mortalmente por el veneno viperino del Barón Stackelberg…

Orpheus-Beethoven en su Cuarto Concierto para piano en Sol mayor, Opus 58, describió, en Visión-Musical Profética, la Odisea de su descenso al Hades para buscar y rescatar el Alma de su Bien Amada Eurídice-Josephine, cuyos fatales presagios de un segundo matrimonio ya presentía Beethoven...

 

LUIS VAN BEETHOVEN ORPHEUS EL HIJO DE APOLO

En una Carta que Luis van Beethoven le escribió a Franz Brunswick, hermano de Josephine von Brunswick, desde Viena, el 18 de Junio de 1811, sobre un viaje que Beethoven, (por órdenes de su médico), tenía que hacer para tomar baños curativos en las aguas termales en Teplitz (y a quien en siguientes cartas escritas desde Viena en el verano de 1813, y el 13 de Febrero de 1814, lo llama "DEAR FRIEND AND BROTHER!": "QUERIDO AMIGO Y HERMANO!"… - "The Letters of Beethoven", Emily Anderson, Volume I, Cartas "427" y "462"), sintiéndose en la necesidad de tener que viajar con la compañía de su secretario, le dice:

"So far as I am concerned, if I were not such a clumsy son of Apollo, I should prefer to travel without one - …"

("Por lo que a mí respecta, si yo no fuera un hijo tan torpe de Apolo, preferiría viajar sin ninguno - …"). ("The Letters of Beethoven", Emily Anderson, Volume I, Carta "313" "To Count Franz Brunsvik, Buda", Vienna, June 18, [1811]).

Se refiere aquí, Beethoven, en uno de sus varios significados, a Orpheus el hijo del Dios Apolo.

Luis van Beethoven fue, a la vez, intensamente Humano y sublimemente Divino... Una integración en la que lo Divino se Humaniza, y lo Humano se Diviniza...

Hay quienes, no obstante, han pretendido despojar a Luis van Beethoven, ya de lo intensamente Humano... ya de lo sublimemente Divino...

Luis van Beethoven, a sí mismo se declaró ser "Bacchus encarnado", y un Hijo de Apolo (en ambos sentidos, como Músico o Hijo de la Música, y como Vástago espiritual de Apolo: Orfeo). En todo caso, fue también intensa y profundamente Humano... "un Hombre, entre los hombres"...

"... Él apareció, no como un dios poderoso, sino como un Hombre Divino, como un Profeta, un Poeta y Músico..."

"El Dios Apolo enseñó a Orpheus la magia de la poesía y de la música y le dio su Lira mágica de cinco cuerdas. Pronto él llegó a ser el más grande músico y poeta que el mundo haya conocido." ("La Historia de la Ópera, "La Máscara de Orpheus", Acto I.)

Beethoven-Orfeo

-Ludwig van Beethoven (1804) a la edad de 34 años. Pintura al óleo por W. J. Mähler. En su mano izquierda tiene su Órfica Lira-Guitarra, de Cinco Cuerdas. Al fondo un Templo de Apolo-

Uno de los retratos realizados en 1804 por el pintor Mähler, pintando a Luis van Beethoven en referencia simbólica al Cuarto Concierto para piano y orquesta, en Sol Mayor, Opus 58, presenta a Beethoven teniendo en su mano izquierda una Lira-Guitarra DE CINCO CUERDAS, mientras extiende su mano derecha abierta con sus cinco dedos.

 

Beethoven-Orpheus

-Orpheus-Beethoven con su Lira de Cinco Cuerdas. Al fondo, un Templo del Dios Apolo el Padre de Orpheus-

 

Cristo-Orpheus-Beethoven

-1. "Cristo como Orpheus [con su Lira de Cinco cuerdas] en las Catacumbas". 2. Orpheus con su Lira de Cinco Cuerdas. Mosaico Bizantino. 3. Retrato de Beethoven con su Lira-Guitarra de Orpheus de cinco cuerdas, pintado por Mãhler -

Por aquellos años el libro las "Metamorfosis de Ovidio", en cuyo "Libro Décimo" se narra el Descenso de "Orfeo" al Hades para rescatar a su Bien Amada Esposa "Eurídice", en su texto original en Latín, y traducido al Alemán, podía ser comprado en las librerías de Viena, o leído en las bibliotecas privadas de los mecenas o patrocinadores de Beethoven y a cuya lectura y estudio podía acceder fácilmente.

"El proceso de transformación que es uno de los temas centrales de las Metamorfosis de Ovidio se transforma en proceso gobernante del Cuarto Concierto para Piano en una gran variedad de ingeniosas vías musicales."

"En verdad, a lo largo de todo el concierto, un rol de moralidad de Ovidio, se desarrolla en lo que en última instancia es concedido a la Lira, el símbolo de la música en sí misma…",

... música con cuya Lira Orfeo eleva el Alma de su Bien Amada Eurídice, sacándola y salvándola de las tinieblas del Abismo…

"El musicologista Keisuke Maruyama interpretó el retrato de Beethoven, de Willibrord Mähler en una similar manera… y construyó sus elementos "de acuerdo a la propia visión de Beethoven como el heredero de la antigua gloria: la lira en la mano izquierda, el templo de Apolo en el fondo. Estos son claramente atributos que pertenecen al héroe mitológico del arte que ha experimentado el "programa educacional" del Prometheus terrenal y en solitaria eminencia escribe una nueva música Apolínea, llamada la Eroica [Heroica]." "(Schleuning)".

 

CRISTO COMO
"ORPHEUS
PSICOPOMPO"

Cristo-Orpheus

"CRISTO COMO ORPHEUS EN LAS CATACUMBAS… "… El culto de Orpheus en la antigüedad clásica enseñó la inmortalidad del alma… Orpheus… fue el mágico cantor, quien, como inaugurador de los misterios Órficos descendió al Infierno y (como Ulises) ha regresado vivo… Su nombre fue Orpheus,… Él apareció, no como un dios poderoso, sino como un Hombre Divino, como un Profeta, un Poeta y Músico… Hermes (en Latín, Mercurio) es mencionado en conexión con la leyenda de Orpheus… Él, psicopompus, conductor de las almas [como el Dios Anubis] cumplió una parte importante en el tiempo de transición representando la idea de la resurrección."

Hermes

"Su nombre fue identificado con una espiritual interpretación de las antiguas visiones. Él representó el nuevo pensamiento al cierre de la antigüedad clásica. Él fue llamado el Tres Veces Grande, Trismegisto, y el Pastor de la humanidad, Poimander… Hay escasamente poca antipatía a esta pagana concepción de la inmortalidad, y fue por lo tanto natural que los Cristianos vieran a su [nuestro] propio Salvador, Jesús Cristo, en las figuras de Orpheus, Ulises, y también en Hermes…. Orpheus… fue el prototipo del Salvador que brinda la dádiva de la vida eterna a la pobre humanidad doliente. Ulises fue otra simbólica personalidad del mismo tipo quien fue recordado por los Cristianos… La representación cristiana de Cristo como Ulises es hallada en el sarcófago de Tyranius, cuyo monograma aparece en un campo vacío en frente… " ("The Portrayal of Christ", "The Open Court", "A Monthly Magazine". "December 1913").

Cristo-Orfeo

Jesús-Cristo como Orfeo con su Lira de Cinco Cuerdas en las Catacumbas Romanas de San Pedro y San Marcelino.

"Las más antiguas pinturas de Jesús lo representan a él como Orpheus [Orfeo] con la lira, y la identificación de Orpheus y Cristo no es puramente accidental, porque ambos tipos se remontan a la más antigua concepción de un salvador que desciende al Infierno [Hades] y prueba su poder sobre el reino de la muerte." [...] "En las Catacumbas nosotros hallamos representaciones de Orpheus con la lira junto con la resurrección de Lázaro por Cristo y otras historias simbolizando la doctrina de la inmortalidad. El antiguo Orpheus se ha transformado en Cristo, y así para los Cristianos Greco-Romanos la pintura de Orpheus significaba Cristo, porque ambos significan la conquista sobre la muerte y la esperanza de inmortalidad." ("The Open Court", "Orpheus. A Study in Comparative Religion.").

 

LA LIRA DE ORFEO

"Aquellos que han alcanzado la victoria sobre la bestia, se pasean felices sobre el mar de vidrio, hablando la palabra perdida; parlando en el orto purísimo de la Divina Lengua."

"La laringe es la Lira de Orfeo. Hay que aprender a tocar la Lira de Orfeo. Hay que encarnar el Verbo. Cuando el Verbo se hace carne en nosotros, entonces pulsamos la lira de Orfeo, y nos paseamos victoriosos sobre el mar de vidrio."

"Esos son los victoriosos que han alcanzado la victoria sobre la bestia, y sobre la imagen y el número de su nombre."

"Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras. Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los Santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y engrandecerá tu nombre?, Porque tú sólo eres santo, por lo cual todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti, porque tus juicios son manifestados" (Ap. 15: 3, 4)." (De las enseñanzas de nuestro Venerable y Amado Maestro Samael Aun Weor.)

***

"Cuando hayamos reconquistado la inocencia, arrojaremos nuestras coronas a los pies del Cordero, entonces sabremos lo que es ciertamente el Cristo Interno, lo que es ciertamente el Inmolado, el Redentor. Ha llegado la hora, mis queridos hermanos, de disolver todo lo que nos afea, acabar con esa polvareda de los siglos que cargamos en nuestro interior; el Cordero nos lava con su sangre redentora, esa sangre es el fuego."

"Amemos al Cordero, rindámosle culto porque Él ciertamente es el Salvador. ¿Quién se podría sacrificar por nosotros? ¿Quién mejor que el Cordero? Él, dentro de nosotros mismos, haciéndose cargo de nuestros procesos mentales, volitivos, sentimentales, emotivos, sexuales; Él, dentro de nosotros mismos, eliminando todo lo que tenemos de horripilante, al fin nos salva, por eso es nuestro Salvador. Rindamos culto al Cordero y arrojémonos a sus pies, porque Él es digno de toda honra y gloria y majestad; Él nos permitirá volver a la inocencia purísima de los antiguos tiempos; Él nos permitirá volver a experimentar en nuestros corazones las melodías que se escapan de la Lira de Orfeo; Él nos permitirá volver a sentir en nuestra Conciencia el centelleo de los planetas de nuestro Señor el Cristo."

"Él nos permitirá entonces volver nuevamente regenerados a la antigua Arcadia, donde los ríos de agua pura de vida manarán leche y miel; allá arriba en los cielos estrellados palpitan los soles del Espíritu; aquí abajo a la orilla de los ríos cantarines, resplandecen las flores del Alma. Es necesario que el Espíritu y el Alma en matrimonio perfecto convivan para nuestro bien."

"Es necesario que la piedra bruta y el diamante se fusionen integralmente para que se conviertan en soles espirituales; es necesario comer de los frutos del Árbol de la Vida; es necesario arrojarnos, mis queridos hermanos, arrojarnos a los pies de Nuestro Señor, el Cristo Íntimo y adorarle eternamente." (De las enseñanzas de nuestro Venerable y Amado Maestro Samael Aun Weor.)


Víspera del Shabbath del Día
Viernes 24 de Junio 2011,
en el Día de San Juan: "El Caballero Helías".

- Ampliado en el día del Shabbath del 25 de Junio 2011 -

- Nueva revisión y ampliación: 27 de Junio 2011 -

De todo Corazón
para toda la "Pobre Humanidad Doliente"
Luis Bernardo Palacio Acosta
Bodhisattwa del
V.M. Thoth-Moisés

 

Índex -
Guía Práctica del Estudiante Gnóstico
-
El Rescate en las Astronaves Extraterrestres